Por Marcela Mendoza Riofrío
En el país este año tenemos ya 42 fintech operando y se espera que se sigan sumando más empresas similares porque existe un alto potencial para su desarrollo, estimó Alejandro Cosentino, director ejecutivo de Afluenta.
Cosentino refirió que a nivel regional existen 703 empresas del sector y la proyección es que sigan con un crecimiento cada vez más acelerado. Brasil y México destacan como las que más de este tipo de empresas tienen, con 230 y 180 entidades, respectivamente. Perú está en el sexto lugar, debajo de Chile que tiene 65.
Las fintech es un modelo de negocio que busca dar soluciones financieras usando la tecnología, pero no solo se queda en la opción de facilitar créditos. Precisó que existen fintech dedicadas a la facturación electrónica, otras para realizar pagos y algunas son para dar asesoramiento en transferencia de fondos. Incluso hay las que operan como casas de cambio de criptomonedas.
Buena parte del atractivo y acogida se dará entre los consumidores que tienen acceso al Internet móvil. Serán las Fintech que tengan productos accesibles desde el móvil las que mayor interés pueden cautivar, opinó.
UNO DE CADA TRES INTERNAUTA EN EL MUNDO USA UNA FINTECH. DOS AÑOS ATRÁS APENAS UN 16% LAS USABA, SEGÚN EY.
Hasta ahora a nivel global son las fintech dedicadas a la transferencia de dinero y pagos en línea las que más adeptos han conseguido. Según un estudio de EY, el 50% de la población conectada a Internet usa una fintech para pagos usando criptomonedas, enviar remesas y pagos vía smartphone. Los préstamos solo tienen un 10% de penetración y los ahorros un 20%.
Con relación a los montos que se mueven, si bien todavía es muy poco comparado con la banca tradicional – según Visa solo hay US$600 millones de inversión en la región – ya se observan movimientos individuales de valores cada vez más altos.
Hay fintech que solo prestan S/2.000 pero hay otras que ya están por los S/15.000. Y en el caso de ahorros existen en el país personas que tienen varios cientos de miles de dólares guardados como criptomonedas en una billetera electrónica.